Sistema de preparación de compuestos para bioplásticos
Los bioplásticos existen desde hace ya mucho tiempo. Los primeros plásticos producidos a nivel industrial tenían como base la celulosa, que comenzó a producirse industrialmente a partir de 1869, y la caseína, la cual comenzó a fabricarse en grandes cantidades a comienzos del siglo XX bajo la denominación de “hueso artificial”. El descubrimiento de la fabricación de plásticos a partir del petróleo a comienzos del siglo XX desplazó rápidamente a los bioplásticos por muchas décadas, dado que ésta ofrecía una producción mucho más rentable. Sólo en los años 80, a partir del alza de los precios del petróleo y una paulatina evolución de la consciencia ecológica, se iniciaron interesantes desarrollos en el campo de los bioplásticos.
El término bioplásticos o biopolímeros se sigue utilizando de manera no estandarizada. Generalmente se denominan así a una gran cantidad de diferentes plásticos que cumplen por lo menos con uno de los siguientes dos criterios:
- Los bioplásticos tienen como mínimo un componente de materias primas (vegetales) renovables. Prácticamente todos los bioplásticos tienen una base orgánica.
- Los bioplásticos son biodegradables, es decir que pueden ser degradados a agua y CO2 a través de microorganismos naturales, formándose una reducida parte de biomasa. También los bioplásticos de materias primas fósiles pueden ser biodegradables.
A partir de cada una de estas dos propiedades, o de una combinación de las dos, se definen los bioplásticos: los bioplásticos tienen una base orgánica o son biodegradables, o ambas cosas a la vez. Los plásticos convencionales no cumplen con ninguno de estos requisitos. Las materias primas biogénicas o a las macromoléculas biológicas presentes en la naturaleza, como por ejemplo las proteínas o los materiales rellenos o reforzados con fibras naturales (ver artículo anexo), no se incluyen en esta definición.
Aplicaciones típicas
Las principales aplicaciones de los bioplásticos técnicos son embalajes, bienes de consumo y componentes técnicos de la industria del transporte y de la construcción.
Requisitos para la preparación de bioplásticos
El proceso de preparación del compuesto requiere de excelentes procedimientos de mezclado dispersivos y distributivos realizados a velocidades de cizallamiento moderadas y a bajas temperaturas de producto, con el fin de garantizar la menor degradación del peso molecular y, de esta forma, asegurar las propiedades deseadas.
El cuidadoso tratamiento de las fibras, cargas y aditivos suele requerir de una distribución múltiple de los flujos de dosificación y, de ser necesario, también de la inyección de aditivos líquidos en posiciones definidas.La amasadora Buss pone de manifiesto en estas aplicaciones sus capacidades específicas: la gran cantidad de ciclos de mezclado a velocidades de cizallamiento moderadas y ajustables, dada por el principio activo, permite una máxima eficiencia de mezclado en cortas longitudes de proceso y estrechos espectros de tiempos de permanencia. A través del sistema de dos fases de la amasadora Buss, la preparación del compuesto y la etapa de presurización son desacopladas de manera rigurosa, pudiendo así optimizar las etapas del procesado de manera independiente. La carcasa desplegable de la amasadora Buss y la carcasa retirable de la extrusora de descarga asegura un rápido acceso y una alta disponibilidad del sistema.
Tanto la concepción modular y ajustable de toda la instalación como la dilatada experiencia de Buss en la técnica de procesamientos convierten a la amasadora Buss en una excelente elección para la preparación de compuestos de bioplásticos técnicos.

Diseño típico de una instalación para la preparación de bioplásticos

Los sistemas de preparación de compuestos BUSS ofrecen las siguientes ventajas específicas
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Disposición típica de una planta de bioplásticos
Descarges
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